Según la
tradición aquí tuvo asiento la residencia urbana del Cid Campeador, junto al
Camino de Santiago. En 1593 el concejo burgalés proyectó erigir un
monumento en su memoria, en unas
casas que los monjes de Cardeña tenían en
Burgos, identificadas como «casas del Cid Ruí Díaz». El que hoy se conserva, fechado en 1784, es obra de José
Cortés; destacan sobre un pedestal los
escudos de Burgos, de
San Pedro de Cardeña y, en medio, una leyenda conmemorativa con el
blasón del Cid, obra del
escultor Manuel Campillo.