Atardeciendo, BURGOS

Nos llena de energía. El atardecer significa reflexión, pensar en lo que se ha hecho durante el día. Significa paz y cambio. Contemplar un atardecer tiene el poder de cambiarnos el estado de ánimo, de enamorarnos, de hacernos ver el lado hermoso de la vida.
Los atardeceres han sido siempre una parte importantísima para nosotros. El verano que nos enamoramos vimos juntos cada atardecer durante un mes. Quizás sea por eso que los atardeceres de nuestra querida Victoria, Entre Ríos, sean difíciles de igualar.

Cada vez que podemos, buscamos un sitio donde se pueda ver como el sol se pierde detrás del horizonte. Y este viaje no es la excepción.

Pero qué tiene de importante? Porqué nos encontramos con tanta gente que comparte nuestra misma pasión por despedir cada día a la estrella más cercana?

Nos encontramos cada día con viajeros y lugareños que buscan el mejor lugar para observar la puesta del sol. Es un astro tan importante que recibe rituales de bienvenida y despedida cada día.

Tanto el amanecer como el atardecer tienen significados psicológicos y espirituales. Observar el alba tiene el significado de renacer; dejarse llenar con la luz solar cuando los rayos ultravioletas son bajos tiene resultados asombrosos para nuestra salud, por ejemplo. Nos llena de energía.

El atardecer significa reflexión, pensar en lo que se ha hecho durante el día. Significa paz y cambio.

Contemplar un atardecer tiene el poder de cambiarnos el estado de ánimo, de enamorarnos, de hacernos ver el lado hermoso de la vida. Como bien lo dijo nuestro amigo Carlitos: un pequeño detalle que lo cambia todo.

Un atardecer feliz no termina allí, genera un recuerdo feliz que quedará siempre con nosotros.