Este trabajo es considerado como la primera obra escultórica de Francisco de Colonia, hecho por encargo de don Gonzalo de Polanco, patrón de la
iglesia, en cuyo diseño pudo intervenir Simón de Colonia, su padre. Se terminó en 1505, pero no estaba completamente montado. Es un conjunto muy particular al estar labrado en
piedra y ser del tipo
retablo-sepulcro, encontrando un par de ellos en los ángulos inferiores siendo parte integrante de la obra. Esta compuesto por muchas imágenes y escenas formando una composición curiosa.
El retablo esta cercado por tres
calles de
hornacinas con chambranas que se superponen, encontrando en su interior
santos y escenas de sus vidas. En el centro, en la zona baja, tenemos un
arco conopial que acoge tres cuerpos con relieves de la vida de
San Nicolás, cuya efigie de bulto aparece solemne. En el segundo cuerpo, vemos una composición pictórica que está realizada en forma de disco, llamado tondo, rodeado de ángeles, con la coronación de María. Las
esculturas, a pesar de tener formas góticas, están llenas de vida narrativa y descritas de una forma muy precisa. En sus orígenes estuvo dorado y policromado, pero lamentablemente se ha perdido parte de su aspecto original.