Recibe este nombre desde 1765, cuando se dedicó al santo agustino que había sido canónigo de la catedral burgalesa. Anteriormente, el espacio recibió las denominaciones de CapillaSanta Catalina y Capilla de los Rojas, en recuerdo de la familia fundadora, cuyos escudos decoran las dos bóvedas de la cubierta, una de crucería sencilla y la otra de crucería compuesta con terceletes. El retablo, de estilo rococó y dorado, fue realizado en 1765 por Fernando González de Lara siguiendo trazas de José Cortés.