El emblemático
edificio custodia bajo fuertes medidas de seguridad equipos en los que se mezclan viejas tecnologías analógicas con el próximo despliegue de la nueva fibra óptica hasta el hogar por todo el territorio de
Castilla y León.
Señala la frontera imaginaria entre Gamonal y el resto de la ciudad y los burgaleses lo conocen como «La Telefónica». Pero muy pocos saben lo que hay en su interior, protegido con importantes medidas de seguridad, donde las
fotos están prohibidas sin previa autorización y toda persona que entra y sale debe dejar constancia de sus movimientos con una tarjeta magnética. La importancia de sus ‘tripas’ lo merece.
Desde el emblemático edificio de la
calle Vitoria se controla buena parte del tráfico telefónico de fijos y móviles de la provincia de
Burgos mediante equipos técnicos de muy diferentes edades y tecnologías y en sus oficinas se está diseñando la extensión de la nueva fibra óptica hasta el hogar para toda Castilla yLeón. De ahí que no pueda entrar cualquiera, pues entre sus paredes se almacena
información y equipos muy sensibles.
La construcción finalizó en el año 1971 y desde su nacimiento empezó a alojar equipos técnicos. De hecho el inmueble está pensado para las máquinas más que para las personas y su presencia en oficinas, y por eso sus plantas tienen 5 metros de altura (lo normal sería la mitad) y apenas disponen de
ventanas más que hacia la
esquina de la glorieta de Logroño.