Colas para comprar artículos de piel (foto antigua), BELORADO

Años 80. La villa beliforana es sinónimo de piel. Su eco no suena como lo hizo durante más de tres décadas el siglo pasado, de los años setenta a bien entrado los noventa, cuando las industrias peleteras de los hermanos Cabezón eran un referente nacional y la localidad era un incesante ir y venir de clientes llegados desde todos los rincones para comprarse su abrigo, chaquetón o cazadora... Pero la segunda generación de peleteros resiste, superando crisis tras crisis, pero al pie del cañón, con otro concepto empresarial porque hay que adaptarse, no solo a los nuevos gustos de la gente, sino a las nuevas fórmulas de producción y de venta.