GEOLOGÍA INTERNA DEL HOMBRE Y DE LA TIERRA
Bajo tu hermoso manto, y enterrado
guardas, tierra mía,
un tesoro de vida incalculable,
grabado en tus entrañas;
intacto tu pasado y gran valía
en capas superpuestas de colores:
rojos estratos primogenios, grises,
pardos, blanquecinos, sepias y negros.
Tan pronto das cobijo
a una riqueza milinaria y sacra,
que a una fuente de agua cristalina.
Ríos, lenguas, aguas subterráneas
brotan bajo el suelo de roca madre.
Historia natural y humana escrita,
legado de la eras de la tierra.
Pudieron habitar los dinosaurios,
marcando duras huellas dactilares
en la roca caliente y vaporosa
de volcanes y furias inhumanas.
Al albor alumbraste a un pobre hombre
insensato, que aprendió a humillarte.
Le diste el alma entera,
bajo un soplo divino, le creaste.
¡Todo cuánto puede dar una madre!
Calor, cobijo, entrega... y alimento.
Al cabo de los años
recibes el desprecio por moneda.
Ahora el hombre quiere tu sangre, tu alma.
¡Dios, qué ingrato!
¡Arrancarte de cuajo la esperanza!
¡Directo al corazón de tus entrañas!
Carmen García
Bajo tu hermoso manto, y enterrado
guardas, tierra mía,
un tesoro de vida incalculable,
grabado en tus entrañas;
intacto tu pasado y gran valía
en capas superpuestas de colores:
rojos estratos primogenios, grises,
pardos, blanquecinos, sepias y negros.
Tan pronto das cobijo
a una riqueza milinaria y sacra,
que a una fuente de agua cristalina.
Ríos, lenguas, aguas subterráneas
brotan bajo el suelo de roca madre.
Historia natural y humana escrita,
legado de la eras de la tierra.
Pudieron habitar los dinosaurios,
marcando duras huellas dactilares
en la roca caliente y vaporosa
de volcanes y furias inhumanas.
Al albor alumbraste a un pobre hombre
insensato, que aprendió a humillarte.
Le diste el alma entera,
bajo un soplo divino, le creaste.
¡Todo cuánto puede dar una madre!
Calor, cobijo, entrega... y alimento.
Al cabo de los años
recibes el desprecio por moneda.
Ahora el hombre quiere tu sangre, tu alma.
¡Dios, qué ingrato!
¡Arrancarte de cuajo la esperanza!
¡Directo al corazón de tus entrañas!
Carmen García