El capitalismo depredador ha llegado a inventar una técnica letal.
El pasado viernes, en los locales del Ayuntamiento de Basconcillos, se expusieron ideas al respecto a cargo de la ASAMBLEA CONTRA LA FRACTURA HIDRÁULICA (burgosfracturahidraulicano201 2@gamail. com).
Veamos un poco en qué consiste esta técnica: se inyectan, a través de perforaciones en el subsuelo (cientor o algunos miles de metros de profundidad), ingentes cantidades de agua, arena y productos químicos de altísima toxicidad (con arsenio, mercurio, plomo, uranio empobrecido y radio -entre 55.000 y 225.000 litros por pozos-); se realizan varios pozos en una misma zona.
Dicho así parece que todo es inocuo porque ¿quién está por allí abajo?. Según Dante estaba el señor del inframundo infernal.
La cuestión es mucho más seria porque esos gases y productos líquidos en los que van inmersos a bien seguro que escapan por las innumerables grietas que esta técnica produce en los materiales del subsuelo y por las que ya existen.
Veamos algunos elementos geológicos de nuestra comarca y su debilidad ante esto:
1. terreno kárstico con innumerables dolinas, torcas, fisuras y fallas, hoquedades de todo tipo, y otras hoquedades que no conocemos. Es una zona de gran porosidad del terreno.
2. las corrientes de agua que salen de esas zonas o de los lugares hasta donde esos líquidos hayan subido a través de esas fracturas internas ya existentes o provocadas pueden estar altamente contaminados
3. lugares como Hoyos puede verse seriamente afectado porque esas inyecciones producen pequeños terremotos.
Duración en el tiempo: prácticamente es para cientos y miles de años hasta que poco a poco vaya saliendo al exterior. Es una de las tecnologías cuyos efectos no se pueden controlar una vez provocados.
Seguiremos hablando si conviene.
El pasado viernes, en los locales del Ayuntamiento de Basconcillos, se expusieron ideas al respecto a cargo de la ASAMBLEA CONTRA LA FRACTURA HIDRÁULICA (burgosfracturahidraulicano201 2@gamail. com).
Veamos un poco en qué consiste esta técnica: se inyectan, a través de perforaciones en el subsuelo (cientor o algunos miles de metros de profundidad), ingentes cantidades de agua, arena y productos químicos de altísima toxicidad (con arsenio, mercurio, plomo, uranio empobrecido y radio -entre 55.000 y 225.000 litros por pozos-); se realizan varios pozos en una misma zona.
Dicho así parece que todo es inocuo porque ¿quién está por allí abajo?. Según Dante estaba el señor del inframundo infernal.
La cuestión es mucho más seria porque esos gases y productos líquidos en los que van inmersos a bien seguro que escapan por las innumerables grietas que esta técnica produce en los materiales del subsuelo y por las que ya existen.
Veamos algunos elementos geológicos de nuestra comarca y su debilidad ante esto:
1. terreno kárstico con innumerables dolinas, torcas, fisuras y fallas, hoquedades de todo tipo, y otras hoquedades que no conocemos. Es una zona de gran porosidad del terreno.
2. las corrientes de agua que salen de esas zonas o de los lugares hasta donde esos líquidos hayan subido a través de esas fracturas internas ya existentes o provocadas pueden estar altamente contaminados
3. lugares como Hoyos puede verse seriamente afectado porque esas inyecciones producen pequeños terremotos.
Duración en el tiempo: prácticamente es para cientos y miles de años hasta que poco a poco vaya saliendo al exterior. Es una de las tecnologías cuyos efectos no se pueden controlar una vez provocados.
Seguiremos hablando si conviene.