Piedra alta, Talaya o Atalaya, AVELLANOSA DEL PARAMO

Confirmado el origen prehistórico de los menhires Las excavaciones dirigidas en Burgos por Miguel Moreno y Germán Delibes avalan la tesis de que formaban parte de una alineación intencionada
La excavación del Menhir de las Atalayas, en Avellanosa del Páramo (Burgos), ha dejado al descubierto restos de cerámica y piezas de sílex que confirman el origen prehistórico de estos
La excavación del Menhir de las Atalayas, en Avellanosa del Páramo (Burgos), ha dejado al descubierto restos de cerámica y piezas de sílex que confirman el origen prehistórico de estos monumentos pétreos de gran tamaño, lo que pudiera responder a una «alineación intencionada» entre Burgos, Palencia y Cantabria.

Se trata de la cuarta campaña de excavación de menhires en la zona, en todas se han encontrado restos de cerámica y sílex de origen prehistórico y en dos se han hallado enterramientos humanos, explicó ayer a Efe el profesor de la Universidad de Burgos, Miguel Moreno, director de los trabajos junto al catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, Germán Delibes.

Es la primera vez que en España se excavan menhires, sobre los que se sabe muy poco, con un proyecto científico debidamente ordenado y planificado, precisó Moreno.

Los dos profesores sostienen que los menhires de Burgos, Palencia y Cantabria mantienen un alineamiento intencionado que podría obedecer a la articulación de una senda o ruta entre la meseta Castellana y Cantabria, que fue utilizada por los hombres prehistóricos. Estaría compuesta, según sus estudios, por unos cincuenta menhires y une las vegas y páramos de la Cuenca del Duero con la alta montaña de Cantabria.

En todos los excavados se han encontrado restos de cerámica y sílex o humanos, lo que demuestra una intencionalidad todavía no aclarada, y que se investiga junto a la razón que de hincar en tierra estos grandes elementos pétreos que en la mayor parte de los casos tienen más de dos metro de altura.

Ambos investigadores han enviado las muestras obtenidas a laboratorios especializados de Holanda y España para la datación de los mismos, aunque se piensa que los objetos y enterramientos descubiertos pueden tener entre 3.000 y 4.000 años de antigüedad.

En 2005 se realizaron excavaciones en el menhir de la Cuesta del Molino, en Villaescobedo de Valdelucio (Burgos); durante 2006 en el menhir del Canto Hito, en Revilla de Pomar (Palencia), y en agosto de 2007 en el menhir de Piedra Alta, en la localidad de San Pedro Samuel (Burgos). En el caso del primero, se sabe que se instaló y que bastante después se hizo un enterramiento, mientras que en el de Piedra Alta es muy probable que el enterramiento fuera anterior o coetáneo a su colocación.

Investigación arriesgada

Moreno explicó que se trata de una investigación «arriesgada» porque un menhir no deja de ser una «piedra hincada» en medio del campo, y «que lo mismo podría ser un mojón de hace cien años que una piedra clavada en la prehistoria». «Siempre hemos tenido dudas sobre estos elementos que arqueológicamente son mudos», tienen un significado «pero no conocemos cuál, aunque se conoce que pueden estar vinculados al neolítico, a la época de los dólmenes», añadió. Los expertos coinciden en que son monumentos que servían como marcadores territoriales y ejes de prácticas mágico-religiosas.

Además de las excavaciones, se realizan de forma paralela investigaciones geológicas y un especialista en astronomía investiga con este equipo de científicos la orientación de los menhires en relación con el cielo y las estrellas.

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