Hoy, día de los Fieles Difuntos, recuerdo a los que están enterrados en el cementerio de nuestro pueblo. Rodeados de tierras de labor, y de las eras. Como el grano de trigo que cae en tierra y muere. Como el grano de trigo que antes ha sido trillado por las horas de la vida. Y para que ese grano dé fruto de resurrección uno mi oración a la de los que leáis este mensaje y creáis en Jesucristo. Por todos los difuntos y de forma especial por Macaria, la última en dejarnos, a la que recuerdo con cariño y con la que compartíamos la Misa tantas veces.