Tía Aurora y. posteriormente con Tía Donata nos "abastecían" de caramelos, chuchea y pipas cuando teníamos una "gorda " o un "real" para gastar y ya no digo nada cuando eran dos "reales" o una " Peseta". La tendencia era ir a visitar a Tía Aurora, tal vez por estar más céntrica, entre la
plaza y el
juego de pelota. Tía Donata quedaba más apartada, a las afueras. Ambas utilizaban el mismo modelo de medir las pipas, un vaso de los que se utilizaban en las tabernas para servir el vino. Supongo que sería
... (ver texto completo)