Es oriundo de este pueblo un personaje, de cuyo nombre no quiero acordarme, de cabeza gorda, gran memoria (eso si) pero de escasa inteligencia. Ególatra, a falta de su creencia en Dios se adora a sí mismo. Marxista-leninista, en su inmensa cabeza no cabe la palabra democracia. Autócrata y déspota, no admite otras ideas que no sean las suyas propias. Vago, indolente. Preside en Valladolid una asociación, gris y de poca monta, solo por satisfacer su vanidad, poca cosa para la importancia que se concede a sí mismo. Llega al cargo por mor de unos cuantos indíviduos sin principios ni honor, que le apoyan a cambio de que les deje hacer a su antojo y disponer de los fondos de los asociados a su conveniencia. Le importa en rábano la tal asociación, no tiene otro interés por ella que recibir algun regalo de los proveedores y alguna que otra gabela que sabe como conseguir. En honor a tan ilustre hijo, sugiero a la corporación municipal, le sea concedida la gran placa de granito, cuanto más grande mejor. S.M.