Mis recuerdos son más recientes. Yo se de los juegos que tu enumeras por habérselos oído a mi padre, de lo que deduzco más o menos tu edad y eso da más valor a tus palabras. Yo recuerdo los carros como adorno y los trillos como puertas de panera. Los cántaros apenas con agua y con más telarañas que líquido, salvo en casa de mi abuela, adonde nunca llegó más agua corriente que la que salía de un sólo grifo en el fregadero y en donde el pozo (con un brocal y una pila como los de tus fotos) era la principal fuente de abastecimiento. Nunca vi los trigos verdes ya que siempre fui en mis vacaciones de verano. No nací en este pueblo y vivo a más de 800 kilómetros de él, pero cuando veo estas fotos algo se mueve en mi interior. Supongo que se llama nostalgia.