MI PUEBLO MUÑOCHAS.
Pequeño, pero había de todo, la mayor parte labradores y ganaderos. De pequeño, a la escuela y también a por haces de leña, para guisar y para el horno del pan. ¡Que rico pan! Bueno eso en invierno. En primavera, a por hierbas para los cerdos y con el ganado a los prados. En el verano
¡no digo nada! El polvo el calor, la sequía, casi sin agua. Para bañarse, el 15 de Agosto íbamos al Adaja a unos charcos que allí había y ya hasta otro año. Eso de pequeños, pero viene la adolescencia y …… ¡que pena! Los trabajos tan duros que había que soportar, eso el que no tenía que ir a servir, que éramos muchos. En invierno que si a arar, que si a por leña o con el ganado, pero siempre cogiendo los días que iban a lavar las mozas y poder ir por los lavaderos por que nos teniamos que valer de mañas para estar con ellas, por que en aquel tiempo al toque de oración a casita.. y viene la primavera; todo el mundo a escardar, unos por la vereda de la mala hierba, otros por el camino del Pico, otros por la carretera cada uno por su sitio a su hora y a su parcela: pero viene lo mas alegre, cánticos por aquí, cánticos por allí y así se sabía donde estaba cada cual y con achaques y excusas cada uno procuraba acudir al pueblo con quien le interesaba, si podían iban solos y sin no en grupo, pero ya se ponían de acuerdo para ir a por agua a la fuente y al que se le ponía bien, ¡que contento!, pero al que no, se tenía que conformar y a ver si otro día…. ¡Que pena y que estuviéramos tan contentos! y encima, sin un duro. ¿Qué aria la juventud de hoy?.
Por fin llega el invierno, lo llamamos el tiempo muerto: nos vamos por la ladera, unos a por piedra de corte, otros arrancada, otros a por leña y otros al ganado.. La ladera, llena de hombres, las fuentes limpias empezando por la del Varvigen, la del regato la taza, la del Bajando, la del río paredón, la del prajón del cura, la de las callejas, la del río género, la de la poza de la zarza, la del barranco la carcaba, la del canto la escalera, la del carril y fuente Buena.
Hoy todo de pena; ni leña, ni piedra, ni ganado, ni fuentes, y hasta sin agua eso también da pena ¡no? Y entonces trabajando sin maquinarías, sin ordenadores, sin dinero, todos tan contentos y cabíamos todos en familia y ¿Hoy? ¡Qué pasa? Que hay de todo y no se aprecia nada ¡Vale?.-
Autor; Alejandro Jiménez Jiménez.
Pequeño, pero había de todo, la mayor parte labradores y ganaderos. De pequeño, a la escuela y también a por haces de leña, para guisar y para el horno del pan. ¡Que rico pan! Bueno eso en invierno. En primavera, a por hierbas para los cerdos y con el ganado a los prados. En el verano
¡no digo nada! El polvo el calor, la sequía, casi sin agua. Para bañarse, el 15 de Agosto íbamos al Adaja a unos charcos que allí había y ya hasta otro año. Eso de pequeños, pero viene la adolescencia y …… ¡que pena! Los trabajos tan duros que había que soportar, eso el que no tenía que ir a servir, que éramos muchos. En invierno que si a arar, que si a por leña o con el ganado, pero siempre cogiendo los días que iban a lavar las mozas y poder ir por los lavaderos por que nos teniamos que valer de mañas para estar con ellas, por que en aquel tiempo al toque de oración a casita.. y viene la primavera; todo el mundo a escardar, unos por la vereda de la mala hierba, otros por el camino del Pico, otros por la carretera cada uno por su sitio a su hora y a su parcela: pero viene lo mas alegre, cánticos por aquí, cánticos por allí y así se sabía donde estaba cada cual y con achaques y excusas cada uno procuraba acudir al pueblo con quien le interesaba, si podían iban solos y sin no en grupo, pero ya se ponían de acuerdo para ir a por agua a la fuente y al que se le ponía bien, ¡que contento!, pero al que no, se tenía que conformar y a ver si otro día…. ¡Que pena y que estuviéramos tan contentos! y encima, sin un duro. ¿Qué aria la juventud de hoy?.
Por fin llega el invierno, lo llamamos el tiempo muerto: nos vamos por la ladera, unos a por piedra de corte, otros arrancada, otros a por leña y otros al ganado.. La ladera, llena de hombres, las fuentes limpias empezando por la del Varvigen, la del regato la taza, la del Bajando, la del río paredón, la del prajón del cura, la de las callejas, la del río género, la de la poza de la zarza, la del barranco la carcaba, la del canto la escalera, la del carril y fuente Buena.
Hoy todo de pena; ni leña, ni piedra, ni ganado, ni fuentes, y hasta sin agua eso también da pena ¡no? Y entonces trabajando sin maquinarías, sin ordenadores, sin dinero, todos tan contentos y cabíamos todos en familia y ¿Hoy? ¡Qué pasa? Que hay de todo y no se aprecia nada ¡Vale?.-
Autor; Alejandro Jiménez Jiménez.
