Son las
murallas mejor conservadas de
España, con una longitud de 1400 mts.
Para su construcción se reaprovecharon materiales procedentes de la necrópolis
romana, construcciones civiles así como de las viejas murallas romana y visigótica. La
piedra es granito gris y negro, dependiendo del origen de la misma. También se utilizó el ladrillo, el mortero y la cal.