La piedra ha causado mucho daño a la cosecha. Me solidarizo con los agricultores perjudicados. Lo siento. Me acuerdo cómo en este tiempo, yo comía espigas de cebada verde y estaban riquísimas, cortábamos las espelugas de arriba y luego íbamos pelando grano a grano. ¡Que buenos recuerdos!. Supongo que ahora, a los niños no los dejarán hacer tal cosa. La verdad es que a veces era peligroso y se producían atragantos, pero era igual, íbamos de paseo y cada cual iba pelando sus granos de cebada, ¡Felices recuerdos!