LA SUERTE.
Cuando había corta de pinos en el pinar de Adanero, el Ayuntamiento vendia los troncos principales del pino, y con el resto, las copas, se hacían unos montones que se sorteaban, previo módico pago, entre los vecinos.
Cuando había corta de pinos en el pinar de Adanero, el Ayuntamiento vendia los troncos principales del pino, y con el resto, las copas, se hacían unos montones que se sorteaban, previo módico pago, entre los vecinos.