En mí época, a los peones se les capaba, había que cortarles la coronilla porque de lo contrario se cumplia la regla de "peón con coronilla, a la tejilla" y el peón salia volando al tejado. En uno de los extremos de la cuerda se ponía una chapa de gaseosa bien machacada o que la hubiese pasado el tren por encima, se hacía un agujero y se pasaba la cuerda que acababa en un nudo de tope, decíamos que así las secas eran mas fuertes.