Me quito el sombrero ante la Villarrubiera de pura casta, como ella/el se denomina.
La verdad, que da gusto saber que hay personas que mantienen esa fuerza, esa entereza, ese optimismo; y por supuesto esos criterios y valores morales que conforman toda su persona pues aún con mi gran desilusión acerca de lo esperado en el
pueblo, HOY me he encontrado con una nueva luz que me hace pensar que no todas las personas soy iguales que hay personas que respetan a los demás y a sus vidas, que soy
felices ... (ver texto completo)