Ermita de la Virgen de la Guía, TOLEDO

Se levanta la ermita en un terreno escarpado, muy cerca del arroyo de la Rosa. Junto a ella pasaba el antiguo camino romano que comunicaba nuestra ciudad con Oretum. La propiedad de la misma corresponde a la parroquia de San Justo, lo que ha permitido mantener el culto tanto cuando se vendieron los terrenos municipales colindantes en 1855 como, ya en el siglo XX, cuando quedó rodeada por terrenos militares.
En la Guerra Civil fue destruida parcialmente la imagen de la Virgen (al parecer quemaron el armazón y las manos, no así la cabeza, según apunta el historiador Emilio Vaquero), pues el lugar quedó muy expuesto en la zona del Frente del Tajo, que registró combates hasta la primavera de 1939. Tras la guerra, todos los terrenos colindantes pasaron a la Academia de Infantería, quedando la ermita como un enclave un tanto aislado. En 1961, el presbítero Ignacio Gallego Peñalver tramitó para el Arzobispado ante el Ayuntamiento el permiso para construir un edificio de dos niveles, en el costado izquierdo del patio, junto a la vaguada del arroyo de la Rosa, destinado a «los guardas de la ermita», según el proyecto elaborado por el arquitecto José Gómez Luengo.
La imagen de la Virgen de la Guía fue escogida por el gremio de guías turísticos como su patrona y actualmente esta romería se celebra el día 12 de octubre con notable asistencia pues es muy querida en el barrio.