Primeramente agradecerte tus palabras de aliento, apoyo y admiración, mis sentimientos hacia ti son reciprocos, y me gustaría que en un futuro no muy lejano podamos asociar nuestros pseudonimos a nuestras caras. Gracias por todo.
Te tengo que decir CHAO, estoy francamente admirado con esa comparación que se adecua perfectamente a la realidad.
Pero yo te digo que lo más importante no es dar capotazos al toro más o menos maestrales, porque para eso valemos todos los maestros, lo más importante es saber cuando ya el toro a dado todo el juego que tenía que dar.
Si ves que el toro claudica a tanta burla y humilla (baja la cabeza, casi rozando con el hocico el suelo), hay que coger el acero.
Pero también hay que saber matar al toro, dependiendo de hacia el lado a donde tiende a embestir hay que usar la suerte natural o la contraria.
Cuando ya se haya tomado la decisión de matar, hay que hacerlo sin pensarlo dos veces, con una buena puntería la espada irá a caer a hoyo de las agujas lo que le producirá una muerte inmediata. Si por un casual cayese a tierra y no muriese ahí esta la maestría de "los pntilleros" para acabar con la agonía.
No se si ha quedado bastante claro.
También te digo CHAO, que tienes razón en referencia a que debería de decansar unos días, porque estas lides ya se me quedan un poco grandes, y estoy agotado.
Así que pensandolo bien, me voy a ir a pasar el fin de semana a la feria de Sevilla, para deleitarme con el buen toreo, y allí entre copa y copa de fino (siempre de extrangis, sin que se entere mi mujer) reflexionaré acerca de este tema, y como la memoria en estos sitios con tantos coloridos se refresca, seguro que traeré algo nuevo.
Ah por cierto ATALAYA, cada cual emplea su tiempo en lo que le apetece, si tú por tu ocupación te lo impide, jubilate y vas a ver como te sobra tiempo por todas partes. Ah ¡pasatelo bien en Argentina!.
CANUTO II.
Te tengo que decir CHAO, estoy francamente admirado con esa comparación que se adecua perfectamente a la realidad.
Pero yo te digo que lo más importante no es dar capotazos al toro más o menos maestrales, porque para eso valemos todos los maestros, lo más importante es saber cuando ya el toro a dado todo el juego que tenía que dar.
Si ves que el toro claudica a tanta burla y humilla (baja la cabeza, casi rozando con el hocico el suelo), hay que coger el acero.
Pero también hay que saber matar al toro, dependiendo de hacia el lado a donde tiende a embestir hay que usar la suerte natural o la contraria.
Cuando ya se haya tomado la decisión de matar, hay que hacerlo sin pensarlo dos veces, con una buena puntería la espada irá a caer a hoyo de las agujas lo que le producirá una muerte inmediata. Si por un casual cayese a tierra y no muriese ahí esta la maestría de "los pntilleros" para acabar con la agonía.
No se si ha quedado bastante claro.
También te digo CHAO, que tienes razón en referencia a que debería de decansar unos días, porque estas lides ya se me quedan un poco grandes, y estoy agotado.
Así que pensandolo bien, me voy a ir a pasar el fin de semana a la feria de Sevilla, para deleitarme con el buen toreo, y allí entre copa y copa de fino (siempre de extrangis, sin que se entere mi mujer) reflexionaré acerca de este tema, y como la memoria en estos sitios con tantos coloridos se refresca, seguro que traeré algo nuevo.
Ah por cierto ATALAYA, cada cual emplea su tiempo en lo que le apetece, si tú por tu ocupación te lo impide, jubilate y vas a ver como te sobra tiempo por todas partes. Ah ¡pasatelo bien en Argentina!.
CANUTO II.