NAVALMORALEJO: Pues sí, Freddy, soy yo esa Esther de tu infancia que...

Pues sí, Freddy, soy yo esa Esther de tu infancia que te acompañaba en todas las fantasías de tu inagotable imaginación. Yo, la que esperaba ansiosa la llegada de las vacaciones para jugar contigo.
El tiempo, a veces, congela los recuerdos, como se quedan las imágenes en las fotos. Es curioso, pero pasan los años y el cariño infantil sigue vivo, dormido pero vivo.
Me alegro de comunicarme contigo, y espero que podamos vernos algún día en el pueblo o, en su defecto, en alguno de mis viajes por tu tierra (Me haré con tu teléfono, no lo dudes).

Gracias, Cari, por tu felicitación. Nos tomaremos algo por allí un día de éstos.
Besos a todos y espero que esta vez se cuelgue mi mensaje, que ya llevo dos que no han querido ponerlos.
Esther.