La crónica, y todo:
«El
bar se llama "El Títere Burlón". Local pequeñito, acogedor, decorado con buen gusto y lleno hasta la
bandera (perdón por lo de la bandera).
No recuerdo con exactitud todas las canciones, pero comenzó recorriendo su recién estrenado "Cinturón negro de Karaoke" (eché en falta "El misionero") para continuar con Mi Polinesia, La Odisea, Vecindario, Abajo el Alzheimer, Paréntesis, La yeti, La perversa Leonor (dijo que no se refería a la princesita, que aún era muy pequeña,
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