Me parece que el que dice que tenemos que contar las cosas bonitas del
pueblo tiene razón. Yo solo quiero decir sin ánimo de criticar ni de alabar a nadie que tenemos que tener en cuenta algunos datos para la reflexión y que en estos tres años ha cambiado algunas cosas para bien, por ejemplo:
Pasamos de trabajar siete u ocho personas para el
ayuntamiento durante cuatro meses a trabajar diecisiete personas durante once meses al año, de cobrar cada seis meses cuando venían las subvenciones a cobrar
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