El impulso religioso fundamentalista puede prestarse a ser usado en agendas políticas.
En los últimos 25 años, el fundamentalismo se ha vuelto por primera vez una fuerza política de envergadura. Creo que es un esfuerzo consciente para tratar de socavar las políticas sociales progresistas
Por primera vez, los fundamentalistas fueron movilizados como una fuerza política para proveer una base a esta reacción y en la medida en que el sistema político funcione, lo cual no es mucho para cambiar el foco de interés de muchos votantes de temas que realmente afectan sus intereses (por ejemplo la salud, la educación, los asuntos económicos, los salarios) hacia cruzadas religiosas para bloquear la enseñanza de la evolución, los derechos de los gays y el derecho al aborto.
Todos estos son temas que a los directores de empresas, por ejemplo, no les inquietan demasiado. Ellos se preocupan un montón sobre los otros temas. Y si usted puede cambiar el foco del debate y de la atención y de la política presidencial a cuestiones bastante marginales para los ricos como, digamos, la de los derechos de los gays, esto es magnífico para la gente que quiere destruir los sindicatos, o construir un sistema sociopolítico para beneficio de los ultrarricos, mientras los demás apenas sobreviven.
En los últimos 25 años, el fundamentalismo se ha vuelto por primera vez una fuerza política de envergadura. Creo que es un esfuerzo consciente para tratar de socavar las políticas sociales progresistas
Por primera vez, los fundamentalistas fueron movilizados como una fuerza política para proveer una base a esta reacción y en la medida en que el sistema político funcione, lo cual no es mucho para cambiar el foco de interés de muchos votantes de temas que realmente afectan sus intereses (por ejemplo la salud, la educación, los asuntos económicos, los salarios) hacia cruzadas religiosas para bloquear la enseñanza de la evolución, los derechos de los gays y el derecho al aborto.
Todos estos son temas que a los directores de empresas, por ejemplo, no les inquietan demasiado. Ellos se preocupan un montón sobre los otros temas. Y si usted puede cambiar el foco del debate y de la atención y de la política presidencial a cuestiones bastante marginales para los ricos como, digamos, la de los derechos de los gays, esto es magnífico para la gente que quiere destruir los sindicatos, o construir un sistema sociopolítico para beneficio de los ultrarricos, mientras los demás apenas sobreviven.