El pueblo tranquilo. La paella estupenda. El teatro de la asociacion de mejeres, divertidísimo. La fiesta hasta el amanecer, de lo mas animado. La pólvora, como ningún pueblo de la zona y la comida de vaquilla en el parque: ¡eso es hermandad!. Dios quiera que siga funcionando así el pueblo por muchos años.