La
capilla del Descendimiento se encuentra en la nave de la Epístola, entre la capilla de
San Blas y la capilla de
Santa Bárbara. Alrededor de sus muros, una leyenda cuenta que fue adquirida en 1661 por el canónigo Don Cristóbal Bernardo de Quirós para su entierro y patronazgo. En una de sus pinturas murales, se puede apreciar el
escudo del fundador. La capilla está cubierta por una
bóveda estrellada, policromada en vivos
colores. Las claves doradas están ornamentadas con motivos florales, con el anagrama de María en la clave central.