Juarros de Voltoya, localidad de 275 habitantes de la campiña segoviana, quiere dar un salto cualitativo y cuantitativo a su historia. Dos empresas quieren construir una urbanización de 3.290 parcelas y un campo de golf de 18 hoyos en una finca privada de 250 hectáreas situada tres kilómetros al norte del casco urbano que es atravesada por la carretera C-605 entre Santa María la Real de Nieva y la localidad abulense de Arévalo.
Las previsiones apuntan a que el convenio por el que el Ayuntamiento se compromete a modificar las normas subsidiarias de planeamiento para recalificar la finca se firme tras las fiestas de Semana Santa. Al margen del dinero -en torno a 300.000 euros- que el Consistorio recibirá a la firma del documento, los beneficios para las arcas municipales pasan por la cesión de terrenos, del 10%, que según ley le corresponden, lo que le garantiza la posesión de al menos 329 parcelas. Eso siempre y cuando no consiga elevar el porcentaje de cesión.
Pero aún habrá más, porque aprovechando la circunstancia, la modificación de las normas subsidiarias se hará extensiva a terrenos municipales próximos a la finca, en los que el Ayuntamiento confía en poder sacar otras 400 parcelas.
De esta forma, el potencial residencial del municipio pasara a ser casi trescientas veces superior al de su actual número de habitantes y el volumen de ingresos por licencias de obra pasará a ser la más importante fuente de ingresos del Ayuntamiento.
El desarrollo de todo el proyecto, en el que el alcalde, Félix Renedo (PP), confía plenamente, durará de tres a cuatro años, siempre que obtenga las autorizaciones urbanísticas y medioambientales de la Junta.
Las previsiones apuntan a que el convenio por el que el Ayuntamiento se compromete a modificar las normas subsidiarias de planeamiento para recalificar la finca se firme tras las fiestas de Semana Santa. Al margen del dinero -en torno a 300.000 euros- que el Consistorio recibirá a la firma del documento, los beneficios para las arcas municipales pasan por la cesión de terrenos, del 10%, que según ley le corresponden, lo que le garantiza la posesión de al menos 329 parcelas. Eso siempre y cuando no consiga elevar el porcentaje de cesión.
Pero aún habrá más, porque aprovechando la circunstancia, la modificación de las normas subsidiarias se hará extensiva a terrenos municipales próximos a la finca, en los que el Ayuntamiento confía en poder sacar otras 400 parcelas.
De esta forma, el potencial residencial del municipio pasara a ser casi trescientas veces superior al de su actual número de habitantes y el volumen de ingresos por licencias de obra pasará a ser la más importante fuente de ingresos del Ayuntamiento.
El desarrollo de todo el proyecto, en el que el alcalde, Félix Renedo (PP), confía plenamente, durará de tres a cuatro años, siempre que obtenga las autorizaciones urbanísticas y medioambientales de la Junta.