La
románica Ermita de
San Frutos se alza en uno de los meandros más espectaculares del
río, siendo uno de los lugares de obligada visita dentro del
Parque. San Frutos, fue un ilustre personaje, natural de
Segovia que, atraído por la belleza del lugar, se retiró a la ermita en compañía de sus hermanos. Su gran devoción y sus sonados milagros hicieron que la gente frecuentara la zona para oír misa y buscar consejo o
refugio. La actual Ermita de San Frutos fue construida a finales del siglo XI, en el
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