¡A los Oficios Divinos! con esta proclama se invitaba al pueblo para que acudiera a la iglesia los días de Jueves y Viernes Santo. Al no tocar las campanas desde el J. S. hasta el Domingo de Resurrección, recorríamos el pueblo, parando en las esquinas haciendo sonar las carracas y el "carranclón" de madera convocando la asistencia "A los Oficios Divinos". Algún año D. Antolín predicó, a las TRES de la tarde, el sermón de las Siete Palabras al que asistía, junto con el pueblo, el Ayuntamiento en pleno, ... (ver texto completo)