Sacado de "El Adelantado" de hoy 11.04.05: Una sepultura de por vida
El ayuntamiento justifica la negativa a vender las fosas hasta que no sean ocupadas
Una vecina lleva más de cinco años intenta recuperar el espacio mortuorio que adquirió en el cementerio del pueblo hace casi tres décadas
F. Descalzo - Codorniz
Los enterramientos tienen como objetivo que un difunto descanse y que sus restos perduren el mayor tiempo posible. Y así ocurre en Codorniz, donde una vecina intenta recuperar una sepultura adquirida hace 27 años, pero que desde el Ayuntamiento le prohíben utilizar e incluso le niegan la venta de un espacio mortuorio en el nuevo cementerio.
La sepultura, con capacidad para seis féretros, fue adquirida por María ángeles Martín en el antiguo cementerio eclesiástico, que se clausuró en el año 1999. Entonces el Ayuntamiento habilitó otro y prohibió los enterramientos en el primero.
El nuevo camposanto no satisface a muchos vecinos debido al anegamiento que se sufre en algunas épocas del año. Pero incluso con agua satisfaría a María ángeles Martín, de 78 años de edad, que ha solicitado, tanto a la Parroquia como al Ayuntamiento, un lugar propio donde puedan descansar sus restos el día que fallezca, y trasladar los de sus padres.
“La tumba la compré hace 27 años para la familia y no he metido nada en ella, aunque traje los restos de mi padre desde el País Vasco para que descansaran en el pueblo”, recuerda esta segoviana que ha regresado a su localidad tras vivir en París durante 43 años.
“Cuando llegué aquí me llevé la sorpresa de que aunque teníamos en propiedad las sepulturas, no las podíamos utilizar, sólo visitar”, se lamenta. “Nos han quitado las sepulturas y ni siquiera nos las abonan”, continúa a la vez que se queja de que tampoco le permuta el Ayuntamiento —propietario del nuevo cementerio— un espacio similar ni se lo quiere vender.
Ante esta tesitura, María ángeles Martín ha peleado con la maquinaria burocrática; desde las distintas corporaciones municipales, hasta el Servicio Territorial de Sanidad, que le respondió que el cierre del antiguo cementerio se debió al agotamiento de su espacio y a la apertura del nuevo, aunque reconoció los problemas de humedad en éste camposanto.
En junio del año 2000, siendo alcalde de Codorniz, José Luis Zúñiga, el Ayuntamiento denegó la petición de María ángeles Martín “por no haber derecho alguno, ni razón que justifique dicha petición ni compensación”.
Parecida postura mantiene el actual regidor, Francisco Tinaquero, quien alega que las normas municipales prohíben la venta de sepulturas en vida para evitar que se agote de nuevo el espacio, que no se cobra a los vecinos a excepción de las labores de excavación. Y que atender a su petición sería un precedente para que todos los demás vecinos con restos en el antiguo cementerio hagan que se “desborde el espacio del nuevo cementerio”.
El ayuntamiento justifica la negativa a vender las fosas hasta que no sean ocupadas
Una vecina lleva más de cinco años intenta recuperar el espacio mortuorio que adquirió en el cementerio del pueblo hace casi tres décadas
F. Descalzo - Codorniz
Los enterramientos tienen como objetivo que un difunto descanse y que sus restos perduren el mayor tiempo posible. Y así ocurre en Codorniz, donde una vecina intenta recuperar una sepultura adquirida hace 27 años, pero que desde el Ayuntamiento le prohíben utilizar e incluso le niegan la venta de un espacio mortuorio en el nuevo cementerio.
La sepultura, con capacidad para seis féretros, fue adquirida por María ángeles Martín en el antiguo cementerio eclesiástico, que se clausuró en el año 1999. Entonces el Ayuntamiento habilitó otro y prohibió los enterramientos en el primero.
El nuevo camposanto no satisface a muchos vecinos debido al anegamiento que se sufre en algunas épocas del año. Pero incluso con agua satisfaría a María ángeles Martín, de 78 años de edad, que ha solicitado, tanto a la Parroquia como al Ayuntamiento, un lugar propio donde puedan descansar sus restos el día que fallezca, y trasladar los de sus padres.
“La tumba la compré hace 27 años para la familia y no he metido nada en ella, aunque traje los restos de mi padre desde el País Vasco para que descansaran en el pueblo”, recuerda esta segoviana que ha regresado a su localidad tras vivir en París durante 43 años.
“Cuando llegué aquí me llevé la sorpresa de que aunque teníamos en propiedad las sepulturas, no las podíamos utilizar, sólo visitar”, se lamenta. “Nos han quitado las sepulturas y ni siquiera nos las abonan”, continúa a la vez que se queja de que tampoco le permuta el Ayuntamiento —propietario del nuevo cementerio— un espacio similar ni se lo quiere vender.
Ante esta tesitura, María ángeles Martín ha peleado con la maquinaria burocrática; desde las distintas corporaciones municipales, hasta el Servicio Territorial de Sanidad, que le respondió que el cierre del antiguo cementerio se debió al agotamiento de su espacio y a la apertura del nuevo, aunque reconoció los problemas de humedad en éste camposanto.
En junio del año 2000, siendo alcalde de Codorniz, José Luis Zúñiga, el Ayuntamiento denegó la petición de María ángeles Martín “por no haber derecho alguno, ni razón que justifique dicha petición ni compensación”.
Parecida postura mantiene el actual regidor, Francisco Tinaquero, quien alega que las normas municipales prohíben la venta de sepulturas en vida para evitar que se agote de nuevo el espacio, que no se cobra a los vecinos a excepción de las labores de excavación. Y que atender a su petición sería un precedente para que todos los demás vecinos con restos en el antiguo cementerio hagan que se “desborde el espacio del nuevo cementerio”.