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VALFERMOSO DE TAJUÑA: " El mundo esta lleno de especies de telas de araña-...

! HOLA MARIA! Gracias. Yo elijo la morera, por haber trepado, en ella, cuando se doblaba con nuestro peso; de eso su inclinación., Por otra parte he nacido a solo 50 metros de ella. Para tí y para los que me, leen os regalaré este cuento; regalo de vacaciones

<<<Ocurrió en el país de la inocencia, que es donde suceden estas historias, que no dudo despiertan el interés de los pequeños. Es u país cualquiera-lejano o cercano, donde nada turbaba, la vida de una niña, que muy pequeña se quedara huérfana. Vivía, en una casita, cerca de un bosque, con el abuelo. Solo los ruidos de pájaros de acero, turbaban
el gran silencio de el bosque.
Una tarde, nieta y abuelo, caminaban por el sendero hasta el huerto cercano, donde el abuelo cultivaba algunas hortalizas. A partir de ahí, la pequeña, tenía prohibido por el abuelo, que esta se aventurara. La niña se acercó curiosa, escudriñando en aquel hueco que se abría entre zarzales. Dejo la azada el abuelo y se aproximó a la niña a
a sabiendas de que a esta le gustaba saber.
Una brisa fresca, mecía las ramas de los garndes árboles, que, apenas permitían ver que un trozo de cielo, acá y allá.
Multitud de sonido de aves legaban a los oídos, de nuestros felices caminantes, entre otros, de diferentes pobladores de aquella selva... y muy parecidos, algunos a las vacas que cuidaba el abuelo.
- ¿Deseabas conocer los misterios de el bosque? - había dicho el abuelo, mientras tomaba en sus manos la de la pequeña, y entraban por el hueco que había despertado la curiosidad de la niña.
-Nunca vegas sola por este sendero. Hoy quiero mostrarte, maravillas que la Naturaleza esconde, hoy vas a vivir sensaciones que niños de las ciudades, nunca van a conocer.
Hoy verás corretear, a animales que tienen derecho a ser libres, a plantas que alimentan a estos, auna cadena de cosas, a tener en cuenta, porque ¿sabes? el hombre no solamente se destroza entre si, sino que destroza, alli donde vive.
Callaba la niña,.. Luego se puso a correr por un claro de el bosque donde crecían flores de diferentes colores.
-! Que maravilla-, abuelo!! Que maravilla!- repetía mientra las arrancaba de la tierra... arrojando las primera sobre la hierba.
-! No pequeña no! Coge solo las necesarias. O mejor coges una pocas a nuestro regreso, pues de otro modo se morirán.
- ¿Se mueren las flores abuelo?... entonces si se mueren también sufren ¿y de que comen?
-Bueno, se alimentan de la tierra, de la lluvia y el viento, sobre todo de la lluvia y el Sol pues sin estos elementos sería imposible la vida.
-En estas reflexiones, un ruido seguido de gemidos, despertó el interés de el abuelo, que al momento regresaba con un cervatillo, que tenía una pata destrozada.
-Está herido, si lo dejamos aquí morirá.
-! Yo no quiero que muera!-fue como un grito de súplica en la niña que gustó a la abuelo, y que acariciaba el cervatillo y dejo que la niña acariciara.
-! Vamos a casa! allí le limpiaré la herida y le curraré.
Y le curaron, Y llego el invierno, y cuando el bosque se cubrió de nieve, la niña y el cervatillo, jugaban y jugaban.
-Asomado a la ventana, el abuelo se sentía feliz, viendo a la nieta que lo era. Solo murmuró ¡para sus adentros:
-La Naturaleza es sabia. La Naturaleza es sabia.
La niña había preguntado a el abuelo se el cervatillo no tendría frío. este sin responder, se volcó a la tarea de hacer una cabaña para e que se cobijara. Tambien advirtió a la pequeña, que cuando la nieve, desapareciera, no le dejara acercarse al huerto.
Y vino la primavera, Y nuevas flores brotaron por todas parte... el abuelo se ocupaba de sus faenas. E cervatillo, se dejaba acariciar por la pequeña... Un día en un descuido, entro en la cocina, y en unos de sus saltos, rompió una de las cazuelas de barro de el abuelo. Este no se enfadó. El abuelo nunca se enfadaba. Le bastaba, ver a su nieta feliz, y, aquella noche estuvo triste, pensaba en los padres de la pequeña, pensaba en su hijo y nuera y, en como el destino fuera cruel con ellos. Hablo de pronto el abuelo y dijo:
-! Hay que ponerle un nombre! Puesto que lo encontramos en el bosque. vamos a llamarle a partir de ahora "Bosquecillo">>>

Así le llamaremos, cuando mañana te cuente el final de esta historia... estaba diciendo un abuela a su nieta, mientra paseaban en el parque, de una ciudad cualquiera.
LIBERTAD.
(continuará)

" El mundo esta lleno de especies de telas de araña- se estaba diciendo, EL OTRO ABUELO, mientras escribía este cuento. En el mundo hay muchas telas de araña, que atrapan ilusiones, y destruyen, hay hasta quienes hacen de la guerra un oficio... y mientras tanto la riqueza, no va siempre a las manos mas limpias. el hombre se detiene en el dolor, sin pensar el que el mismo puede ser el autor de el dolor. No valora lo suficiente la sabiduría y hasta a las gentes honestas se las da de lado, y, si aplaude, demasiado a menudo las felonías... Deberíamos permanecer, siempre en la inocencia de los niños, sin empujarles, sin darnos cuenta, demasiado pronto a esa especie de consumismo en el que estamos sumergidos: los tendríamos mas cercanos, cuando se hacen mayores: Se estaba diciendo en una especie de soliloquio, el autor de este relato... Pero sigamos. Caminemos al país de la inocencia. vamos a detenernos dese nuestro bosque en el bosque de la ilusión.. e lo utopico de sueños inventados.
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<<< -Le llamaremos "bosquecillo"! eso es bosquecillo, puesto que aparecio, entre matorrales, en medio de una pradera de el bosque-había dicho el abuelo.
-! Bosquecillo!! Bosquecillo!...- y meses después acudía dando saltos, hasta el lugar de donde procedía la llamada... una pequeña gran felicidad, en las inmediaciones de aquella selva, a igual distancia de la otra- se decía el abuelo, recordando... lo que nunca contaría a la nieta.
-! Bosquecillo!! Bosquecillo! y el animal, acudía con sus grandes saltos, derribando un día a la pequeña... esta se quedó un instante aturdida, y "bosquecillo" se acercó y con mimo dio a la niña unos empujones con su cabeza, levemente, pensando sin duda que la había lastimado. Como la niña permaneciera quieta, sobre la hierba, estirando su cuello. emitió un extraño berrido, que se extendió por el bosque. La niña intuyó que el ciervo, su amigo, se había asustado, y se incorporó, al instante, pero su amigo parecía enfadado, porque la pequeña despues de el susto se había reído. Y trotó, y trotó hasta el hueco entre zarzales que conducía al bosque... la niña no se había dado cuenta, de que en el bosque resonaron otros berridos.
Entró la niña por el hueco entre zarzales-prohibido por el abuelo- y corrió llamando a su amigo... mucho tiempo, sin que este respondiera a su llamada. El bosque devolvía el eco de su voz, como si el bosque se burlara de su angustia. Caían la primeras sombras en la tarde, y decidió regresar, recordando lo que el abuelo le había dicho:
"! No vayas nunca sola por el sendero, mas allá de los zarzales!"
-! Bosquecillo, se ha perdido en el bosque, abuelito!.- había dicho una vez en la cabaña, arrojándose en brazos de el abuelo, llorando amargamente.
-! Ya nunca volverá abuelito!! ya nunca volverá!.. Me he burlado de el. Y contó al abuelo, lo que había sucedido.
Este, se río también mirando para otro lado para que la niña no se diera cuenta y dijo:
-La Naturaleza sigue su curso. la naturaleza sigue su curso. Repitió como era su costumbre.
Pasaron muchos días. Algunos árboles se habían desprendido de sus hojas... la niña sabía que se aproximaba el invierto. Y, este llegó y con el sus nieves. Con la nieve, días y días de viento frío que hacia a veces temblar la frágil cabaña. apenas hablaban, nieta y abuelo. este solo había dicho:
-! Tal vez, venga cuando los campos anuncien la Primavera!
-La primavera-pesaba la niña, mientras recordaba, el día de las flores, el día que el cervatillo la miraba de sus ojos grandes y tristes.
El bosque, se llenaba de los ruidos y silencios de siempre. Los pájaros cantaban sobre todo al amanecer y revoloteaban sobre loas copas de los árboles cercanos. La niña paseaba, su tristeza, de casa al huerto de el abuelo y de este a casa...
Un día. en que el abuelo, había llevado el ganado al lado opuesto, se acerco, hasta los zarzales. meditó unos segundos, y decidió aventurarse sendero adelante. poco después estaba. en la pradera de las flores. Ese día no se detuvo en ellas. Llamó y llamó. solo a lo lejos, escucharía, unos berridos roncos, muy diferentes a los de "bosquecillo".

´! Bosquecillo!! Bosquecillo!...-gritó muchas veces, tanto que algunas aves huyeron asustadas. Luego silencio. El miedo se apoderó de ella: las sombras anunciaban la proximidad de la noche. Hecho a correr, buscando la senda, que la llevara a la cabaña. Lloraba: lloraba como nunca había llorado. se había perdido: no sabía volver... y pensava en los consejos de el abuelo:
-"En el bosque acechan peligros. Ninca bayas al bosque sola...2
! Un ruido a sus espaldas! A lo lejos, dos bultos que le parecieron enormes, corría hacia ella. se puso a correr con todas sis fuerzas. Tropezó. Cayó y cerro los ojos paralizada por el miedo... las fieras de las que le había hablado el abuelo, estaban junto a ella, cerro los ojos y... algo frío y húmedo sintió en su cara... luego un lastimero berrido: abrió los ojos.
-! Bosquecillo!! Bosquecillo!- Repetía riendo y llorando a la vez mientas abrazaba su cuello, mientras acariciaba su cabeza... grande, muy grande, su amigo había crecido mucho.
- ¿Pero y el otro ciervo? ¿quien era y porque estaba, el otro ciervo con bosquecillo? Pero los gestos de este que ya les conocía, indicaban que le siguiera,: así lo hizo, y... cuando ya la luz de el día se marchaba hasta la mañana siguiente, se vio caminando abrazado al cuello d su amigo. el otros ciervo, receloso les seguía a lo largo de el sendero. Atravesaron el Zazál y...! El abuelo! el abuelo les esperaba: Las sombras de la noche, no permitieron viera en el abuelo su mirada severa. Solo dijo:
-Nunca mas desobedezcas a los mayores... Y mientra miraba al otro animal de reojo y su vientre abultado, solo dijo una vez mas:
-! La naturaleza sigue su curso!
LIBERTAD.