Como veo que la persona que ha suplantado y se ha apropiado de mi nombre y apellidos, sigue en su actitud de insultar y acometer contra LIBERTAD, no me queda más remedio que acudir a la justicia y mañana mismo me pondré en contacto con las personas que conozco para que tomen cartas en el asunto e investiguen de donde vienen las acusaciones que se hacen utilizando mi nombre, y que el peso de la justicia caiga sobre la persona, pues no sabe dicha persona que aunque borre los escritos que yo le mando éstos quedan grabados en un banco de datos.