Qué pena que hayan derrumbado el frontón, porque ya no podemos jugar al tenis ...y hay que bajar al poli.que rollo!. Alumna de Salmerón.
Nostalgia nos puede dar a más de uno, maxime si hemos nacido alli y hemos jugado en el, cumplio su función en su tiempo, pero su ubicación alli en estos tiempos es indefendible.