Es un tipo que baja de su
casa para irse al trabajo, y al acercarse a
la
esquina donde había aparcado la
noche anterior su
coche, se
encuentra con que se lo han robado.
¡Maldición! ¡Me han robado el coche! ¡Ladrones, policía, socorro!
En esto que un tipo que pasaba por ahí, se le queda mirando y le dice:
¡Hombre!, no se ponga usted así, no es para tanto, a fin de cuentas se
va a evitar usted gastar una pasta en gasolina, ¿no?
El perjudicado se le queda mirando y le contesta:
Bueno, pues
... (ver texto completo)