CIRUELOS DEL PINAR: Hola a tod@s: ...

Hola a tod@s:
¿Hay alguien ahí? Que ya estamos en el 2013 y todavía no ha escrito nadie nada. Pero es natural porque hay tantas páginas, tantos foros y páginas web que quizás no sepáis por cual decidiros. A ver si este próximo verano me doy una vueltita por ahí y me traigo material fotográfico, pero son proyectos nada más.
Ahora hace falta que se realicen. Y me gustaría muchísimo pero... ya veremos.

Os tengo presente en mi memoria, a la gente y al pueblo. Mis paseos al pinar a llevar la comida a mi padre en el verano, acompañada de mi hermana, algo menor que yo, Mari Tere.

Recuerdo un día en que nos perdimos. Ya sabéis cuantos caminos forestales se cruzaban en el cuartel que trabajaba mi padre. ¡Lo habíamos pasado tan bien comiendo aquellas judías rojas del cocido que le llevábamos!. Me gustaban mas en el pinar que en casa. No es extraño después del gran paseo... ¡Lo bien que me sentaban aquellos aires! Y lo que le gustaba a mi padre la comida casera llevada por sus hijas en un termo familiar, tan calentitas. Como si con nosotras la casa se hubiera trasladado a su lugar de trabajo. Casi todos los días íbamos recorriendo aquel tramo que él hacía montado en moto. Su vespa roja.
Yo disfrutaba mucho cuando poníamos la comida en tres platos y nos lo comíamos todo. Y después tocaba volver a casa. Se pasaban muy bien así los veranos con tantas caminatas, y disfrutaba de la naturaleza tan especial de mis tierras.
Quizás, a la vuelta ya estaba pensando en los juegos que nos esperaban en la plaza, y con tanta precipitación... nos perdimos de repente un día.
Caminábamos, caminábamos y no llegábamos, y se nos hacía tarde. Me empecé a poner nerviosa y se lo dije a mi hermana.
Mi hermana cuando lo supo se echó a llorar; y yo, con tres años mas que ella, la tuve que consolar y decirle que no se preocupara que enseguida encontraríamos el camino a casa. Pero no se lo decía de verdad, sino para que dejara de llorar y así poder tener un poco de tranquilidad y distinguir la senda que habíamos perdido retrocediendo sobre nuestros pasos.

-no te preocupes que ya sé por donde vamos.-le decía esta pedazo de mentirosa y buena actriz, porque si ella no hubiera estado, habría llorado desconsoladamente pero no podía hacer eso pues la tenía que tranquilizar como fuera.
De lo único que me alegraba en esos momentos era que mi hermano pequeño no estuviera con nosotras pues hubiera sido ya una responsabilidad extrema. Pero mi hermano era tan pequeño que aunque quería venir con nosotras, no se lo permitía mi madre.
Es que no sé si recordaréis que siempre que salía de casa, mi hermano venía conmigo. Mi madre tenía más confianza en mi que en mi hermano José, cuatro años mayor que yo. Corríamos él y yo con tod@s vosotr@s. Con esto de internet, qué fácil es incluirnos todos con el signo arroba.

Confiando y mostrándome serena cuando por dentro estaba descompuesta al estar en pleno bosque porque tenía que demostrar que era verdad lo que decía; divisé aquel pino tan raro y distinto a los demás. Y ya me puse tan contenta que abracé a mi hermana, y empezamos a correr para llegar pronto a casa pues en la plaza me estabais esperando y no quería llegar tarde.

Tengo tantos recuerdos de nuestros juegos infantiles junto a vosotros...

Un abrazo muy fuerte querido pueblo y feliz 2013. Que los reyes pasen por ahí llenándoos de ilusión y fantasía

Carmen
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
hola Carmen? como estas?
hace tiempo contesté a un mensaje tuyo pero veo que no te ha llegado.
Soy Andrés, el hermano de Raquel. tengo mucho recuerdos vuestros, sobre todo de tu hermano José.
He visto que has escrito un artículo para NUESTRO ROLLO, la revistas de la Asociación de Ciruelos del pinar.
si veo que lees este mensaje, te volveré a enviar otros
Saludos