Yo, no soy de alcolea ni apenas veranee allí, no iba desde hace muchos años, me invito mi prima, después de casi veinte años sin ir, la gente de allí me acogio como si no hubiera faltado ningún
verano. El
pueblo no es bonito desde fuera, pero merece la pena perder una jornada para ver tanto
arte surrealista que fluye por sus venas. Desde la
Casa de
Piedra una obra de arte donde las haya, como el
museo de "un mecanico Daliliano", como la pequeña Gran
Familia de un lugareño apodado "el mulillas".
... (ver texto completo)