En las pequeñas oquedades de las paredes de la Iglesia, siempre había enjambres de abejas. (Entre las paredes debe haber huecos importantes). Llegué a contar un año hasta trece. Se murieron durante unos años, pero este año se ha vuelto a ver alguno. La varroa, loque, nosemiasis, los venenos y otras enfermedades que padecen, acabarán con ellas. Lo malo es que ayer vi un documental científico y calculan que en cuatro años de desaparecer las abejas, se puede producir un caos total en la naturaleza. Sabía que eran importantes para el equilibrio y polinización de las plantas pero no me suponía fueran tanto.