Maruja, no me conoces, soy más. Mi mujer puede dar fé. Te digo que nos acercamos a los cuarenta años de casados, y como detalle, pocos días no le he llevado el café a la cama todas las mañanas. Con su magdalenas o churros si es en el pueblo. Pregunta a Carmela una de las churreras del mercado de Hinojosa. ¿No es para tener envidia?. Bueno cuento lo mío.