El último refrán por hoy:
A falta de hombres buenos, a mi padre le hicieron alcalde.
Se dice burlescamente cuando, en defecto de persona bien cualificada para ejercer un cargo relevante, este se confía sin más a cualquiera.
A falta de hombres buenos, a mi padre le hicieron alcalde.
Se dice burlescamente cuando, en defecto de persona bien cualificada para ejercer un cargo relevante, este se confía sin más a cualquiera.