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GUILLERMO MARCONI 2º

Desoyendo las opiniones de varios científicos, como el matemático francés Henri Poincaré, que pensaban que la curvatura terrestre limitaría el alcance de las transmisiones por radio a unos trescientos kilómetros, Marconi hizo los preparativos necesarios para unir Europa y América a través de la radio. El 12 de diciembre de 1901, consiguió comunicar el sudoeste del Reino Unido con Terranova (Canadá), a más de tres mil kilómetros de distancia. Al no haber explicación alguna para este extraño comportamiento de las ondas radioeléctricas, se postuló la existencia de una capa en los altos niveles de la atmósfera, la ionosfera, que reflejaría hasta la Tierra las ondas de radio que incidían sobre ella.

La fecha de 12 de diciembre de 1901 puede ser considerada como el hito más importante en el desarrollo posterior de la radio.

Inicio de los trabajos para la radiotelegrafía de larga distancia

El éxito logrado por Marconi provocó una revolución mundial en el campo de las comunicaciones. Las compañías de telegrafía eléctrica, alarmadas por la competencia, trataron de impedir el desarrollo de la radiotelegrafía. La compañía Anglo-American Telegraph reclamó su derecho a la explotación telegráfica por cable y anunció una querella contra Marconi. Sin embargo, se superaron las dificultades, y comenzó a levantarse una estación en Glace Bay (Canadá).

En marzo de 1902, Marconi abandonó los Estados Unidos para regresar al Reino Unido, donde inició los trabajos para la radiotelegrafía de larga distancia. Consiguió imprimir mensajes a una distancia de 1.500 millas, que con un receptor telefónico amplió a 2.099 millas. En enero de 1903, regresó a Italia. Un año después, se embarcó en el Campania, a fin de probar la instalación de un nuevo transmisor impulsado por un generador de corriente alterna de 1 50.000 vatios, con el fin de lograr una comunicación fiable mediante el empleo de ondas largas.

En septiembre de 1907, realizó un nuevo viaje a Canadá con el fin de establecer las comunicaciones entre Glace Bay y Clifden, en Irlanda. El éxito de esta interconexión, capaz de transmitir 10.000 palabras sin interferencias, supuso el reconocimiento definitivo de la comunicación transatlántica. No tardaron en surgir importantes mejoras y contribuciones de otros científicos. La radiotelegrafía se convirtió en una industria organizada, que dio lugar al sistema Telefunken en Alemania, rival de Marconi desde los orígenes de dicha técnica.

En 1909, Marconi recibió el premio Nobel de Física, compartido con el inventor alemán Karl F. Braun. En 1910, emprendió un largo viaje en el Princesa Mafalda con el fin de asegurar a Inglaterra la unión radiotelegráfica con cada una de las posesiones del Imperio. Además quería llevar su sistema a América del Sur, y emprender nuevos experimentos con detectores de válvulas y circuitos de sintonía. Llegó a captar señales desde una distancia de 6.700 millas con longitudes de onda de más de 10.000 metros.

Punta Arenas, en Argentina, fue elegida para la instalación de una estación de gran potencia. Dos años después, esta estación se utilizó para establecer una conexión con Liverpool, estableciéndose una nueva marca de transmisión: 7.300 millas.

Mientras tanto, Marconi trabajaba intensamente en busca de un sistema de seguridad de la navegación en alta mar. Episodios como el hundimiento del Republic (1909) o el Titanic (1912) hicieron que, muy pronto, los equipos de salvamento de todo el mundo así como los mercantes y todo tipo de embarcaciones decidiesen adoptar la radiotelegrafía tanto en estaciones fijas como móviles.

Marconi investiga el uso de la onda corta de radio para señalizaciones

Después de la Primera Guerra Mundial, Marconi dedicó sus esfuerzos a experimentar el uso de la onda corta de radio para señalizaciones. En Inglaterra, puso a trabajar a su equipo en nuevas frecuencias de onda corta, hasta reducir todo lo posible su longitud. El 30 de mayo de 1924, se emitió una onda de 92 metros, sin reflector, desde Nueva York a Australia, y captada perfectamente: la voz humana había recorrido casi la mitad del camino en torno a la Tierra.

En una conferencia pronunciada en Nueva York, Marconi auguró el significado futuro de las ondas cortas en los sistemas de transmisión de imágenes, como la televisión. En EE. UU., Inglaterra y Alemania, se trabajaba con nuevos emisores de ondas ultracortas, cuya utilización prometía importantes logros técnicos.