En 1970 el Apolo 13 anuncia a la NASA... "Houston, tenemos un problema"
Las misiones “Apolo” comenzaron en 1960. Tenían como objetivo llegar a la Luna. Sin embargo, los planes iniciales se modificaron cuando en 1961 el presidente Kennedy anunció que su país seria capaz de enviar un hombre a la Luna antes de finalizar la década, objetivo que se cumplió en 1969 con Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin, a bordo del Apolo 11.
Pero el proyecto no se detuvo ahí. Los científicos querían recoger muestras y estudiar otras regiones de la Luna. En este proyecto se encontraba el Apolo 13. Sus antecesores, el 11 y el 12, habían descendido sin complicaciones, pero muchos científicos se quejaban de que las muestras lunares recogidas podían corresponder a viejos meteoritos caídos en la Luna y no a material lunar genuino. Por este motivo el Apolo 13 descendería a un terreno más elevado donde los astronautas obtendrían auténtico material lunar.
La tripulación estaba integrada por James Lowell, John Swigert y Fred W. Haise. Los 3 ignoraban que su misión sería una de las más arriesgadas. La misión despegó el 11 de abril de 1970. A los 5 minutos de iniciar el vuelo comenzaron los problemas. Notaron una vibración y el motor central se apagó 2 minutos antes de lo previsto. A pesar de esto, James Lowell comunicó al control de la NASA que la misión continuaba.
Uno de los tanques que contenía el oxígeno no era nuevo, en realidad correspondía al Apolo 10, y fue reinstalado en el Apolo 13 una vez que se le efectuaron algunas modificaciones. A pesar de eso, se dejó el tanque instalado.
El 13 de abril, justo 2 días después del despegue, la tripulación efectuó una transmisión de televisión en vivo durante 1 hora. Unos minutos después, el tanque de oxigeno recuperado explotó. John Swigert fue quien exclamó la famosa frase "Houston, tenemos un problema". Finalmente los astronautas lograron abortar la misión y regresar sanos a la tierra. La falta de oxigeno les había obligado a mudarse al módulo lunar, y solo disponían de 150 centímetros cúbicos de agua por día. El 17 de abril de 1970 aterrizaron, con 7 kilos menos cada uno y muy deshidratados.
La misión Apolo 13, a pesar de todos los problemas, finalizó bien. Tanto es así, que la industria del cine les rindió homenaje con una película.
Las misiones “Apolo” comenzaron en 1960. Tenían como objetivo llegar a la Luna. Sin embargo, los planes iniciales se modificaron cuando en 1961 el presidente Kennedy anunció que su país seria capaz de enviar un hombre a la Luna antes de finalizar la década, objetivo que se cumplió en 1969 con Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin, a bordo del Apolo 11.
Pero el proyecto no se detuvo ahí. Los científicos querían recoger muestras y estudiar otras regiones de la Luna. En este proyecto se encontraba el Apolo 13. Sus antecesores, el 11 y el 12, habían descendido sin complicaciones, pero muchos científicos se quejaban de que las muestras lunares recogidas podían corresponder a viejos meteoritos caídos en la Luna y no a material lunar genuino. Por este motivo el Apolo 13 descendería a un terreno más elevado donde los astronautas obtendrían auténtico material lunar.
La tripulación estaba integrada por James Lowell, John Swigert y Fred W. Haise. Los 3 ignoraban que su misión sería una de las más arriesgadas. La misión despegó el 11 de abril de 1970. A los 5 minutos de iniciar el vuelo comenzaron los problemas. Notaron una vibración y el motor central se apagó 2 minutos antes de lo previsto. A pesar de esto, James Lowell comunicó al control de la NASA que la misión continuaba.
Uno de los tanques que contenía el oxígeno no era nuevo, en realidad correspondía al Apolo 10, y fue reinstalado en el Apolo 13 una vez que se le efectuaron algunas modificaciones. A pesar de eso, se dejó el tanque instalado.
El 13 de abril, justo 2 días después del despegue, la tripulación efectuó una transmisión de televisión en vivo durante 1 hora. Unos minutos después, el tanque de oxigeno recuperado explotó. John Swigert fue quien exclamó la famosa frase "Houston, tenemos un problema". Finalmente los astronautas lograron abortar la misión y regresar sanos a la tierra. La falta de oxigeno les había obligado a mudarse al módulo lunar, y solo disponían de 150 centímetros cúbicos de agua por día. El 17 de abril de 1970 aterrizaron, con 7 kilos menos cada uno y muy deshidratados.
La misión Apolo 13, a pesar de todos los problemas, finalizó bien. Tanto es así, que la industria del cine les rindió homenaje con una película.