Falta por decir que la Abubilla pasa por ser un ave sucia, a causa de su nido maloliente, situado generalmente en el agujero de un árbol. Al final de la cría de los pollos es cuando el nido desprende un olor tan nauseabundo, por lo que es fácil descubrirlo. Se ha acusado a la Abubilla de negligencia, pero esto no es cierto. Bien es verdad que en el fondo del estrecho agujero, que los padres se esfuerzan por mantener limpio, pueden quedar restos de comida y deyecciones, pero en realidad lo que causa este olor desagradable es una secreción de la «glándula del obispillo» de los pollos.