El Ferrari 599 que conducía cuando se estrelló en un túnel del aeropuerto de Manchester emitía la friolera de 490 g/km. El futbolista más popular del Real Madrid conduce también un Bentley Continental GT, que emite 396g/km, y un Rolls Royce Phantom (377 g/km). Esto, unido al puñado de Porsches que conduce, hace una media de 358.6 g/km.