Compramos energía a futuro

ALBARES: Yo algunos me los sabía de memoria.

Jinks, desolado por su marcha, acude en su busca y les ruega lloriqueando que vuelvan a casa... y a sus cotidianas persecuciones. Al final, deciden que también añoran los escobazos que les propina su inefable perseguidor, y regresan felices a su agujero.

Yo algunos me los sabía de memoria.