Su sagacidaz y persistencia no tenía límites.
Especialista en desenmarañar coartadas pulcramente tramadas, su astucia y tenacidad, llevaban siempre al error al asesino de turno, que psicológicamente acosado, acababa confesando su crimen.
Especialista en desenmarañar coartadas pulcramente tramadas, su astucia y tenacidad, llevaban siempre al error al asesino de turno, que psicológicamente acosado, acababa confesando su crimen.