Para Juan Ignacio Jiménez, director de adquisición de derechos de TVE, el triunfo de la esponja amarilla y sus secuaces se debe a que "la serie es muy dinámica y divertida. No se trata de un formato donde el mayor esfuerzo esté centrado en un diseño altamente sofisticado, sino en unos dibujos que consiguen atrapar al público con un gran atractivo en las historias que se describen".