Tras las críticas por la elevada duración de cuatro horas y cuarto de la gala de 2006, se intentó reducir ésta de alguna manera. Y la Academia decidió en 2007 que ya no se otorgarían durante la gala los premios dedicados al mejor corto de animación, mejor corto de ficción y mejor corto documental. Dichos premios, por tanto, se entregarían en la Gala de los Nominados, dos meses antes de la gala de los Premios Goya. Sin embargo el sector protestó enérgicamente y la Academia tuvo que rectificar y dar marcha atrás.