Según ciertas crónicas histórica y como recogen algunos historiadores fue cierta la terrible ola de calor que asoló Centroeuropa en el verano del año 1132. Es más, tan terrible y sofocante fue el calor que al parecer el caudaloso río Rhin se secó completamente, imposibilitando no solo la pesca, el riego y el consumo, sino también el transporte de personas y mercancías, muy importantes en la zona.