Subía a la obra a pie por la senda de Frassinelli, que todavía asciende hasta los lagos desde Corao entre bosques y camperas. Deja a un lado la iglesia románica de Santa Eulalia de Abamia. Allí, según la leyenda, se casó el rey Pelayo con la bella Gaudiosa, y allí sigue el que dice ser su sepulcro (los restos fueron trasladados, a principios del siglo XX, a la cueva de Covadonga).